50 años de amistad
Es Octubre de 1973, acabábamos de terminar el primer semestre de la preparatoria y me presentaba en un taller de Rotulación perteneciente a mi amigo Jorge Robles .
Él me había invitado a trabajar en su negocio que recién
acababa de abrir y allí me encontré por vez
primera con quien sería a la postre uno
de nuestros amigos más antiguos, un
joven de apenas 2 años mayor que yo llamado Lucio Briones García
.
En el transcurso de
los siguientes 50 años , nuestra amistad se convertiría en algo muy especial ,
algo que podría calificar de “ejemplar” , pues a pesar de todo ese tiempo de
convivencia jamás hubo entre nosotros desavenencia
alguna .
Lucio hoy ya no está más con nosotros , a unos pocos días de su muerte he estado recordando todas las aventuras que nos tocó vivir juntos . Hoy hago recuento de que a lo largo de esos 50 años de convivencia fueron muchos los momentos en los que la amistad sincera nos ofreció gratas experiencias
Y de pronto surgen de mi
memoria momentos inolvidables ,como aquella ocasión en la que navegando juntos
sobre una gran cámara de llanta una ola nos revolcaba a la orilla del mar dejándonos
maltrechos y a él con un gran descalabrada!
O como aquel día en que lo acompañamos a pedir la mano de su novia , o
como aquella ocasión en la que me acompañó a llevarle serenata a mi novia .
Novias que a la postre fueron esposas y luego madres de nuestros hijos .
Momentos como ésos son los que llenan nuestras vidas de los
recuerdos más apreciados . Y así con el paso de los años fuimos acumulando
historias , experiencias , aprendizajes . Nos divertimos de mil maneras ya
fuera jugando fútbol , o boxeando en la calle , bailando folclórico (el llegó a
ser un reconocido maestro de baile Folclórico) o simplemente jugando “rayuela”
sobre la banqueta .
Así comenzaron a transcurrir nuestras vidas , y pronto
comenzamos a envejecer. Y curiosamente entonces fue cuando más cercanos nos
sentimos . Nos reuníamos con frecuencia para comer , para charlar , para correr
juntos , para pasear en inolvidables aventuras por parajes asombrosos y lejanos . Nos reuníamos para ver cine en interminables noches donde charlábamos ,
analizando el mundo , y siempre nos reímos
de lo que alrededor nuestro ocurría . Porque si algo caracterizó a Lucio
siempre , fue su gran humor .
Hacíamos ejercicio
juntos , visitábamos museos , íbamos a exposiciones . al teatro , a charlas
educativas , y a cafés a escuchar música .
Juntos participamos
de innumerables carreras en las que intentábamos ser el más rápido . En varias
de ellas
decidimos cruzar la Meta juntos .Y luego nos íbamos a celebrar nuestra hazaña
comiendo juntos .
En las miles de
charlas que sostuvimos , platicamos varias veces sobre como podría ser nuestro
final . Yo que soy férreo defensor de la Eutanasia le describía como planeaba
despedirme de éste mundo y él siempre
con gran humor les decía a quienes nos rodeaban “….cuando yo enferme no dejen que se me acerque
el Hugo porque va a quererme aplicar la “letal”!!!
Y de repente, llego el día, si previo aviso, sin ninguna delicadeza , Lucio enfermó.
Todos comenzamos a ver su rápido deterioro físico. Su buen humor poco
a poco se desvaneció .
En un lapso de
tiempo muy corto , su llama se consumió .
Sus muchos amigos le acompañamos hasta el final . Y hoy le
llevamos aún vivo en nuestro corazón , allí lo conservamos alegre , riendo como
siempre lo hizo .
Y así permanecerá , junto a nosotros , hasta que todos
quienes lo conocimos nos marchemos también.
50 años se
dicen rápido , para mi fueron toda una vida llena de alegría gracias a su Luz! Descansa en Paz Lucio . Hoy has cruzado la línea de Meta antes que yo
, pero confío en que algún día, en alguna forma nos volveremos a encontrar
.